Disfrutar de nuestro día a día
Uno de los principales objetivos de Tiselab como compañía es la de tener un equipo que crezca día a día en cohesión y confianza. Por ello, de forma periódica y desde hace dos años, organizamos sesiones internas de formación en las que abordamos aspectos como la motivación, el feedback o el agradecimiento y trabajamos técnicas para afrontar de forma exitosa nuevos retos a través de una gestión positiva del cambio y del conflicto.
La siguiente máxima de Santi Tintoré, CEO de Tiselab, expresa la esencia de este proceso:
“Quiero que la gente pueda ser feliz también en el trabajo”, Santi Tintoré, CEO de Tiselab.
Recientemente tuvimos un evento y comida donde se respiraba un gran ambiente de alegría, implicación y equipo. Y alguien dijo
“¡No sé lo que hemos hecho, pero esto da gusto!”
¿Os apetece conocer cómo lo hemos hecho?
Lo cierto es que no ha sido un cambio casual. Como acabamos de mencionar, todo nace de la visión de un entorno de trabajo donde las personas puedan ser felices.
Siempre nos hemos enfocado en contar con un equipo cohesionado e implicado y un entorno en el nos podamos expresar y desarrollarnos de forma integral.
Para llegar hasta aquí necesitábamos cambiar la forma de relacionarnos entre nosotros mismos y con los demás y así poder resolver los conflictos y crecer como personas y como organización.
¿Cuál es la estrategia que nos mueve hacia la visión deseada?
De la mano de la CNV, Comunicación No Violenta de Marshall Rosenberg, hemos desarrollado durante dos años un programa de trans-formación. Para ello hemos contado con el soporte de Grow to Flow, con Anna Bargalló y Eulàlia Cuyàs, con las que hemos aprendido y practicado, paso a paso, esta forma de mirarnos, reconocernos y comunicarnos para resolver conflictos.
La CNV ofrece un marco desde el que desarrollar las diferentes competencias emocionales, intrapersonales e interpersonales, bajo el paraguas de la resolución de conflictos, pero lo cierto es que la CNV nos lleva mucho más allá:
- Fortalece el sentido de pertenencia, validando y respetando lo que las personas sienten y necesitan y dando opción de contribuir en la toma de decisiones y generación de acuerdos.
- Ayuda a generar un entorno de seguridad psicológica, ya que nos da oportunidades para expresar sentimientos, pedir ayuda, escucharnos mutuamente y afrontar el error o el conflicto como oportunidad para crecer como personas y organización.
A través de la práctica de la CNV, podemos aprender a aclarar lo que estamos observando, qué emociones estamos sintiendo, qué valores queremos vivir y qué queremos pedirnos.
“Lo esencial es invisible a los ojos”
En las empresas pasan cosas que vemos (ventas, números, objetivos, discrepancias, rotación…) y cosas que no vemos (emociones, necesidades, creencias, conflictos latentes…), como si de un iceberg se tratara, la parte oculta es la gran desconocida.
Desde la CNV, nos adentramos en la parte sumergida del iceberg que tienen todas las personas y equipos, para poder conocernos y comprendernos mejor. De este conocimiento mutuo nace una relación más profunda, que nos permite vivir y trabajar con más conciencia, humanidad y eficiencia.
Tras dos años, nos preguntamos, ¿cuál ha sido la trans-formación?
Estos son algunos de los logros compartidos por las personas de nuestro equipo tras dos años de formación en competencias emocionales con Eulàlia Cuyàs y Anna Bargalló de Grow to Flow.
- Aprender a solucionar conflictos
- Mejorar las relaciones interpersonales
- Crear un ambiente de trabajo más relajado
- Evitar el choque innecesario y relacionarme mejor con otras personas
- Que mi entorno sea igual de consciente que nosotros en materia de comunicación no violenta
- No quedarse con las ganas de decir algo
- Más capacidad de conectar con uno mismo y con los demás
- Más capacidad de diálogo
- Más capacidad de escucha de uno mismo
- Afrontar las dificultades con más calma
- Mejor comunicación
Alguien lo resumió con la siguiente frase:
“Ahora mis compañeros me ayudan a ser mi mejor versión”
En sí mismos ya son muchos logros, pero en realidad, es la punta de iceberg de un cambio mucho más profundo, en el que hemos dejado atrás creencias y emociones limitantes y hemos generado un entorno más seguro y saludable emocionalmente.
Convencidos de que el entorno laboral puede hacer posible que las personas se desarrollen de forma plena, aportando valor a nuestra sociedad como individuos y como equipo y ser felices en el trabajo. Convencidos también de que el desarrollo de competencias emocionales es clave para auto liderarnos y liderar nuestros equipos con más consciencia, logrando espacios de trabajo más armónicos y eficientes.
Nuestros retos de hoy son diferentes a los de hace dos años
Desde entonces hasta ahora, hemos realizado un largo recorrido evolutivo y trans-formador. Por ello, ahora es hora de plantearnos nuevos retos.
- Preservar un buen nivel de bienestar emocional, manteniendo niveles óptimos de implicación y motivación, con prevención del burnout.
- Integrar a las personas nuevas que por primera vez descubren que en el trabajo tan importante es lo que vemos, como lo que ocurre por debajo del iceberg, para funcionar como equipo, desarrollarnos plenamente e ir felices a trabajar.
¡Orgullosos de nuestros valores y de nuestra visión como empresa Teal y del camino que vamos recorriendo juntos!
¡Gracias equipo por la implicación y gracias Eulàlia y Anna por acompañarnos en esta aventura!